6 dic 2009

No hay imagen

Por fin sólito en casa. Ha llegado la oportunidad.
Vas al cajón ¡Oztia, cuanto polvo!.
Le pasas un trapito. Ya no hay polvo.
Colocas la consola en la mesa. Cruje. Te planteas jubilar la mesa antes de que tengas que empezar a llamarla de usted.
Empiezas a sacar cables. Tu gata los confunde con un ovillo de lana y se pone a jugar con ellos. Te planteas enchufar la gata a la consola. Igual inventas el “NintenCats”.
Enchufas el cable de la corriente a la consola. Al acercarte al enchufe, suelta chispas. Te preguntas si puedes transformarte en Pikachu metiendo la nariz en el enchufe. Lo mas que consigues es que cuando estornudas se te ponga el pelo como a Axel.
Enchufas los cables de colorines a la tele. Enciendes la consola. No hay imagen.
Limpias la tele para ver si es que esta llena de mierda. Sigue sin haber imagen.
Aprietas los cables. Ahí no se ve una mierda.
Le chillas a la consola. La consola te chilla a ti. Le pides perdón y le haces mimos. Pero ahí no se ve nada.
Vuelves a apretar los cables tan fuerte que atraviesas la consola. Solucionas lo del agujero pegandole un chicle. No hay imagen.
Pasas por todos los canales de la tele para ver si la imagen de la consola se ha ido a otro sitio. No ta. Te planteas llamar a Iker Jimenez. Acabas llamando a Telepizza para tener algo que comer mientras intentas que el cacharro funcione.
Apagas la consola. Quitas los cables. Soplas dentro. Conectas. Enciendes. No se ve.
Sacas un bate de béisbol Te dispones a darle a la consola. Fallas y te cargas el jarrón de la dinastía ming valorado en chorrecientos euros. Te preguntas si tu madre se creerá que la gata sabe jugar al béisbol
Intentas pegar el jarrón Cuando lo terminas, se parece mas a un botijo que a un jarrón Ojeas tu libro de historia a ver si pone si en la dinastía Ming habían botijos.
Le arreas con el libro a la tele. Tu gata te mira con cara de “¿Este se ha vuelto imbécil del todo?”
Le arreas con la tele al libro. Tu gata te mira con cara de “Si, definitivamente, se ha vuelto imbécil del todo”
Tu madre viene. Se acerca a la tele. Cambia de sitio los cables de colorines.
La imagen aparece en pantalla...


La dura historia de un daltonico que intenta enchufar la consola y siempre confunde los colores del cable.
(Basado en hechos deprimentemente reales)

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