2 dic 2009

Monologo: Los blogs e Internet

Hay que ver, lo moderno que es esto de los blogs, ¿verdad?
Hay gente que comete el error de compararlos con los diarios que hemos tenido todos de pequeños, esos en los que tu escribías cosas, pensando que en esa fortaleza impugnable nadie podría penetrar y leer tus secretos, le ponías un candadito, guardabas la llave debajo de la almohada para que nadie la encontrase, escondías el diario entre los libros del colegio… e iba tu madre, cogía el diario, abría el candadito con una horquilla, y hala, a ver que se cuenta mi hijo. Sin embargo, con los blogs, lo tienen mucho mas fácil, por que ahora es que no tienen ni que abrir el candadito, solo tienen que abrir el Explorer. Y todavía pueden dejarle un comentario en plan “acuérdate de cambiarte de calzoncillos, te he dejado encima de la cama tus favoritos, los de los Teletubbies”. Claro, no hay ningún problema en escribir ese tipo de cosas, como solo lo van a leer 50 personas mínimo… tu le escribes un comentario así a tu hijo en su blog, y le arruinas la vida. Sobre todo si tu hijo tiene 30 años.
Recuerdo con mucha nostalgia el primer blog que hice… cuantos recuerdos…cuantas cosas escribí en el… ¿Cuánto tiempo duro activo? Semana y media.
Es que saber que escribir en un blog es más difícil que ir a un restaurante de comida moderna y saber lo que estas comiendo. Mírenme a mí, escribiendo monólogos para llenar un cachito de blog. Eso si, siempre se empieza igual: con un post de bienvenida
“¡Ey, hola, bienvenidos a mi blog!”. Francamente absurdo, por que nadie se lee ese post, ya que según tu vas escribiendo cosas, ese post se va yendo cada vez mas para abajo, mas para abajo… y aunque alguien lo ojee, no se va a sentir mejor por que le hayas dado la bienvenida, quiere ver que hay en tu blog, no que le des un abrazo y que le preguntes que tal la familia.
Después del post de bienvenida, te asalta la primera duda como Blogger: ¿Qué escribo para estrenar el blog? Todo depende de la temática de tu blog, pero… ¿y si no tienes clara la temática de tu blog? Entonces, amigo, vete a los chinos, y cómprate un diario, vas practicando con el, y luego ya si eso vuelves.
En el caso de mi primer blog, por poner un ejemplo así totalmente al azar, creo recordar que puse un par de videos de Youtube. Sin texto ni nada, ahí, dos videos, y vas que chutas, majo. Y luego todavía me extrañaba que Youtube tuviese mas visitas que mi blog…
Una vez has escrito el primer post, te viene la segunda duda: ¿Qué hago para que la gente me visite? Tienes múltiples opciones: comentarlo a tus amigos, ponerlo en un tablón, mandar e-mails, llamar a la NASA y pedir que graben en la superficie lunar el nombre de tu blog… bueno, esta última es un poco absurda. Todos sabemos que en la luna todavía no hay Internet, ONO todavía no ha conseguido mandar los cables tan lejos. No llegan a mi pueblo, van a llegar a la luna…
Al cabo de un par de días, si has conseguido escribir algo medianamente decente, empezaran a aparecer los primeros comentarios. Vas a verlos, lleno de felicidad… y aquí puedes encontrarte con dos tipos de comentarios. Pueden ser como este:
“Mcho baya mrda blog, dja d poner tnterias y pn bideos prno”
O como este:
“Macho, vaya mierda de blog, deja de poner tonterías y pon videos porno”
¿Muy variaditos, verdad? Esta es la mayor alegría de un Blogger, ir a ver los comentarios de su blog con ilusión, y ver que solo le piden porno. Que mira, ya tiene una excusa para la próxima vez que le pillen viendo un video de esos.
-¡Jaimito! ¿Qué haces viendo porno?
-Documentarme para el blog, madre.
Sin embargo, esos comentarios te saben a poco, necesitas más, así que bombardeas Internet publicitando tu blog: pones la dirección en foros, en otros blogs, en tablones de anuncios, en páginas Web… y da igual de que vaya la página, la cuestión es que los visitantes visiten la Web. Da igual que tu blog sea sobre ritos satánicos, seguro que les encanta a los visitantes de http://www.somosreligiosos.com/. (No intentéis entrar, es una página falsa, so pencos). ¿Qué tienes una pagina Web sobre helados? ¡Seguro que queda bien en un blog dedicado a recetas para adelgazar! ¿Qué tienes un blog en color amarillo chillón parpadeante?... Aquí tienes dos opciones, o la pones en una Web de epilépticos… o en un foro de Pokemon, por que amigo, tu blog ha evolucionado a Pikachu.
Cuando ya tienes bastantes visitantes (5, por lo menos, es el máximo que he obtenido yo con mis blogs), es cuando te planteas el pillar a alguien para que te ayude con el blog, escribiendo cuando a ti no se te ocurra nada, no estés, o prefieras tocarte las narices.
Así que vuelves a llenarlo todo de anuncios en plan “Blogger busca persona que no tenga intención de cobrar un duro, que tenga mucho tiempo libre, que pueda escribir cosas con asiduidad, y que se refiera a mí como el Líder supremo y omnipotente”
Con suerte, responderán unas cuantas personas al anuncio, unas 1400 o así. 1399 serán personas preguntando si en tu blog hay porno. La otra se ha confundido intentando enviar un e-mail a otro anuncio, pero como se le ve buena gente, pues lo pillas de colaborador. Eso si, tiene la mala costumbre de preguntar cosas como: “¿pero de que se supone que va tu blog?”, pero si esta claro… hay un post de bienvenida, dos de videos de youtube, uno hablando de tu gato, otro de la receta de la tortilla de patatas… esta claro, de ciencia general. Ay, estos novatos…
Pasa y pasa el tiempo, y llega el día en que de repente, ves tu blog gris, anticuado, obsoleto… y eso no puede ser, no señor. así que te descargas todas las herramientas de personalización que pillas, contratas un diseñador grafico, pones hilo musical al blog, pones en una esquina un bicho que le pasas por encima el ratón y te cuenta chistes con la voz de Chiquito de la Calzada… precioso todo. Ahora, cuando intentas abrir el blog, lo has sobrecargado con tantas cosas, que cargar eso es un suplicio para el pobre ordenador. Tu le das a la dirección… esperas… esperas… sigues esperando… vas a por un café… vuelves… anda, se me ha olvidado el azúcar. Ya tengo azúcar. Esto sigue cargando. Vas al baño. Vuelves. Te quedas mirando la pantalla esperando a que cargue. Tu madre te agita un poco para ver si sigues vivo y te va quitando las telarañas con un plumero. Sales a la discoteca, ligas, te casas, nueve meses después tienes un hijo, aprueba todo el colegio, el instituto, la universidad, se hace abogado, tiene a su vez respectivos hijos… y tu has vuelto delante del ordenador, que sigue cargando el blog. Cuando se ha cargado del todo, ya se te ha olvidado lo que ibas a escribir, así que te entretienes oyendo los chistes del bicho de la esquina. Pero claro, no se entienden una mierda por que los tapa el hilo musical, los 40 principales de geriátrico esos que has puesto ahí por que claro, hacia bonito y todos los blogs molones tienen música. Por eso los míos no molaban. Así que el audio es una mezcla de “Jarl, pecadorl de… Paco paco paco, que mi paco, paco paco paco… ¿saben aquel que diu…? Sueño contigo, ¿Qué me has dado?... fistro sexuarl… Soy una taza, una tetera, un cuchillito, un cucharón…” Con esa te quedas un poco “Ay va, ¿y esa cuando la he puesto?”. Acabas teniendo que quitarle el volumen a los altavoces, no empiece a sonar el chiquilicuatre también, que entonces se te suicida el bicho de la esquina.
Al final, acabas quitando todos los cacharritos, y decides dejar la estética del blog como antes. Pero no te acuerdas de cómo estaba antes, así que empiezas a hacer pruebas, a hacer pruebas… tu blog pasa más veces por cirugía estética que las modelos. Y encima, luego no pueden ir a posar desnudos en Interviú para presumir de operación, por que claro, ¿Qué van a decir luego en la tele? “Uy uy uy uy uy uy… el blog de Pepito nos enseña todos sus borradores… y miren que curvas tan perfectas alrededor de la imagen de cabecera…”
Al final, después de casi ochenta cambios, que esta el pobre blog ya con crisis de identidad, encuentras la combinación que tenias antes. La pones, lleno de felicidad… y a los cinco minutos la estas cambiando otra vez por que te parece demasiado soso.
Y claro, tus visitantes se lían, por que cada tu blog es como los Huevos Kinder, cada vez que lo abren tiene una sorpresa distinta en el interior.
Y al final, llega el fatídico día en el que no tienes ganas de continuar con el blog y lo dejas abandonado. Y ahí se queda ese pobre blog, desamparado en la intemperie, con carita de pena, y acordándose de aquel cartel que ponía “El nunca lo haría”
Pero un día, al cabo de los años, encuentras tu blog, te pones a revisar las entradas… y una inmensa sensación de nostalgia te invade. Y decides retomarlo. Pero primero, a cambiarle el aspecto… ¿Dónde he dejado yo mi bicho cuenta-chistes? ¡Buenas noches!

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