28 mar 2010

Consecuencias del aburrimiento

Sabes que te aburres mucho cuando abres el Visual Basic y programas cosas como esta:

http://i154.photobucket.com/albums/s261/juane_02/Aburrimiento.jpg

25 mar 2010

Pa que leais un rato

Os dejo, en exclusiva, con el primer capitulo de un libro que empece a escribir hace puñao meses y que no segui por... por que no, basicamente. Igual un dia de estos lo retomo... de momento, conformaos con esto:
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El Sr. Sloth observaba la ciudad desde lo alto de su rascacielos (conocido como la Central del Torneo)
-Ya ha pasado un año, caballeros... mi querido Caliz esta a punto de resurgir de nuevo... quien sabe a que joven podra ayudar esta vez...
Frank se acerco con sus silla de ruedas a la ventana para poder observar el barrio pobre de la ciudad.
-Pobres chicos... el destino les ha quitado todo lo que tenian... todos se merecen una vida mejor... y nosotros podemos darsela.
Tras dar un pequeño giro con la silla, el Sr. Sloth se dirigio hacia su despacho. Ya habia pasado un año: su querido Torneo podia volver a empezar. Ese momento en el que los que habian tenido poca suerte en la vida podian ir en busca del Caliz Dorado, un objeto magnifico que traia la fortuna a quien lo tocase. Todos los jovenes esperaban con ansia aquel momento, esa pequeña oportunidad de poder salir de la pobreza, de la marginalidad, del caos... y poder empezar una vida nueva de fortuna, de riqueza, de poder... Si, penso Sloth mientras se instalaba detras de su mesa, eso es lo que todos esperaban.
-Y eso es lo que les voy a dar...- susurro mientras encendia su ordenador. En unos minutos, tenia terminado el diseño de un pequeño cartel promocional.
"Ha llegado al fin el Torneo del Caliz Dorado
Tu oportunidad de poder vivir como un rey
Si quieres participar, dirijete al Gran Edificio antes del 3 de Marzo"
Sloth sonrio satisfecho y mando imprimir varias copias. Esperaba que su Torneo tuviese tanto exito como en ocasiones anteriores. Pero si habia algo que deseaba aun mas, era que no hubiesen tantos desastres como en ocasiones anteriores...
* * *

Red Eyes suspiro agobiado mientras caminaba por los angostos callejones. Odiaba aquel barrio. Odiaba aquella gente. Lo odiaba todo de ahi, en general. Habria dado cualquier cosa por largarse de alli si no fuese por que no tenia nada. Nada. Lo unico que le quedaba era una casa vieja que en cualquier momento se caeria y un par de colegas. Como vemos, Red no era lo que se dice un tipo precisamente optimista. Pero no tenia tiempo para ponerse a intentar ser optimista: se disponia a robar, y tenia que tener todos sus sentidos alerta para ello.
"Robar es como cuando un animal caza" habia dicho una vez a Black Skull, su mejor amigo desde hacia años, al poco de conocerse ambos; "hay que estar agazapado entre los matorrales, ojeando a la presa, relamiendote, esperando al momento oportuno para lanzarte sobre ella, alejarla del resto de su manada hasta estar en un lugar seguro, y ya puedes tirarte sobre ella, morderle la yugular, y disfrutar de la recompensa". Si, robar era igual que cazar. Solo que menos arriesgado... sobre todo para Red. Llevaba robando desde hacia muchisimos años. Esto para el era un juego de niños. Igual que un imponente leon que ha cazado a cientos de presas puede alcanzar a una gacela sin esfuerzo, Red podia obtener lo que se propusiese solo con observar un poco el ambiente y poner cara de niño que no ha roto un plato en su vida y que si lo ha roto le ha echado la culpa al vecino, o a un terremoto. Observar, actuar, huir, y vuelta a empezar. Esa era la rutinaria vida de Red. Desde que se habia quedado solo en aquella chabola, robar habia sido su metodo de supervivencia. Sin embargo, esa misma rutina era la que habia hecho que fuese conocido en todo el barrio. "Red Eyes", Ojos Rojos. Ese habia sido su mote desde que era pequeño. Una extraña infeccion ocular habia provocado que su iris en ambos ojos obtuviese una coloracion rojiza francamente malrollera. Debido a esta "peculiaridad" de sus ojos, Red se habia sentido siempre como un mono de circo: la gente iba a casa a observar los ojos del niño, y comentaban con su madre cosas como "suerte tienes de que no se haya quedado ciego". Ahora que habia crecido, en muchas ocasiones, Red pensaba que para lo que habia que ver en ese barrio, quizas hubiese sido mejor acabar ciego. Se habria estampado contra las paredes un sinfin de veces, pero no tendria que aguantar dia tras dia la misma historia. Sin embargo, esa rareza en sus ojos era la que le habia servido a Red para conocer a su mejor (y quizas unico) amigo: Brian, o como se hacia llamar, Black Skull. Calavera Negra. Un nombre poco alentador, pero intimidante, lo cual viene muy bien cuando estas metido en peleas cada dos por tres.
Black era un drogadicto descontrolado: el poco dinero que pasaba por sus manos acababa rapidamente en las de algun camello para que le suministrase su dosis diaria de droga. Sin embargo, el mundo de la droga es un mundo peligroso, lo cual provocaba que Black se metiese continuamente en lios y se llevase alguna que otra paliza de vez en cuando. Y fue justo despues de una de estas ultimas cuando Red lo encontro, postrado en un callejon, rodeado de jeringuillas rotas. Red habia sentido lastima por aquel chaval (algo raro en Red) y habia decidido ayudarle a salir de ese mundo. Durante varios años, Red y Black (cuyo nombre provenia de un tatuaje que llevaba en el hombro, con una inmensa calavera negra) actuaron juntos, cometiendo pequeños hurtos que revendian por dinero para metadona. Poco a poco, Black consiguio salir de las drogas con ayuda de Red, tras lo cual se hicieron colegas inseparables. Sin embargo, Black estaba en una posicion aun mas desfavorecida que Red: su padre, un alcoholico sin remedio, no es que demostrase mucho cariño por su hijo, y a veces le obligaba a robar alcohol para el. Muchas veces, Red (huerfano de madre y con padre en modo "fue a buscar tabaco y se perdio por el camino") habia pensado en alguna manera de poder ayudar a Black, y nunca habia encontrado esa manera. Pero ahora, sin darse cuenta, la manera estaba justo delante de el.
Colgado en una pared del establecimiento que Red ojeaba, habia un cartel promocional del Torneo.
-Una oportunidad de vivir como reyes...- Red sonrio- creo que este reino va a tener dos personas que lo gobiernen...
* * *

¿Sabeis esos dias en los que nada mas levantarte, tienes el presentimiento de que ese dia va a ir muy mal? Pues Black Skull llevaba levantandose con ese presentimiento dia tras dia durante 18 años. Sobre todo por que durante gran parte de esos 18 años, lo primero que habia visto al despertarte esa a su padre gritandole por volver drogado a casa, o bien, su padre borracho deambulando por los pasillos sin rumbo fijo. No es una imagen precisamente acogedora para cuando te acabas de levantar. Menos aun cuando sabes que ese que te esta gritando esta peor que tu.
Y ese dia no iba a ser distinto a los demas: ya desde primera hora de la mañana, los gritos reinaban en el piso centrico que Black compartia con su padre. ¿El motivo de la bronca? Quien sabe. Estos dos no necesitaban un motivo para ponerse a discutir, cualquier cosa era buena con tal de estar discutiendo un rato. Pura rutina.

23 mar 2010

Una pequeña tonteria que a mi me hace ilusion

Posteo este bonito chorripost para anunciar algo que a mi me hace mucha ilu: he conseguido programar un navegador. Muy basico, se mueve bajo el motor de Internet Explorer y no tiene colorines ni botoncitos bonitos, pero funciona, que es lo importante. Eso si: cuando escribes una URL, no vale darle al Enter para que vaya, hay que hacerle click al boton, tengo que ver si puedo solucionar eso por que fastidia. Aqui os dejo un pantallazo del susodicho navegador al momento de escribir este post:
http://i154.photobucket.com/albums/s261/juane_02/Pantallazonavegador.jpg
Y el codigo fuente, para que quede claro que es de creacion casera:

22 mar 2010

Los visitantes de 100 en 100, ua, ua


(Quien no sepa a cuento de que viene el titulo, que oiga esto:

¿Coincidencia?

Me aburro. La tele esta apagada. Decido que es buen momento para ver un capitulo de 'Aqui no hay quien viva'. Voy a MegaVideo y pongo a cargar el episodio 'Erase una Parabolica', uno de mis favoritos.
Mientras carga, enciendo la tele, Antena.Neox. Acaba de empezar un capitulo de 'Aqui no hay quien viva'. "Que simpatica coincidencia" me digo. Decido ver de que capitulo se trata mientras carga el que yo tengo puesto cargando. El titulo del capitulo aparece.
'Erase una Parabolica'
La coincidencia ya no es simpatica. Tengo miedo.

19 mar 2010

Estoy siendo tio (por segunda vez)

Yo, Yaru, en plena posesion de mis facultades mentales, y con un sueño que te cagas, declaro que hoy, 19 de marzo de 2010, a las 2:55 de la madrugada, mi hermana acaba de ser llevada a la zona de partos del hospital. Como me he desvelado y ya no va a haber quien me duerma, ire haciendo una "cronica" de lo que me vaya comunicando mi madre via telefonica. Hala, bienvenidos al nuevo reality que lo va a petar: Gran Parto. ¿Audiencia? 0%. ¿Quien va a estar leyendo el blog a las 3 de la mañana un jueves... aparte de yo?
3:25 de la mañana: Mi madre ha llegado al hospital, pero se ha perdido. Intentando encontrar la sala de mi hermana ha llegado al parking. Seguiremos informando.
3:40 de la mañana: Mi madre ha conseguido encontrar el sitio. Por que una enfermera se ha apiadado de ella y le ha llevado de la manita.
7:25 de la mañana: Andrea Ibañez acaba de nacer.

18 mar 2010

Conversacion telefonica real

Señor Busca Carlos- ¿Hola?
Serena- *poniendo voz de anciana* Convento de las hermanitas descalzas, amen atchus Jesus, digame?
SBC- Llamo buscando a Carlos
S- Carlos, Carlos... *chillando* ¡Hermana Maria Jesusa del dolor! ¿Tenemos a alguien que se llame Carlos? *cambia de voz* No, pero tenemos una Julia Francisca, si le sirve... *pone voz de anciana otra vez, coge el telefono* oiga, que creo que se ha equivocado
SBC- No creo, a mi Carlos me dio este telefono, busquen bien...
S- Un segundo... ¡Maria Jesusa! ¡Vaya a la granja y mire a ver si algun cochino se llama Carlos! *se queda en silencio un rato* oiga, que le hemos preguntado a los cochinos y no hay ningun Carlos... ¿a usted no le interesaria hacer un donativo a nuestro convento?
SBC- Perdone, hermana, es que estoy muy ocupado... ¿puede ponerse ya Carlos?
S- Ay señor mio y la Virgen de San Leche Pascual Desnatada... creo que Carlos ha hecho como la hermana santa Laura de Nek y se ha ido, ¿eh?
SBC- Con Carlos, por favor
S- Es usted duro de oido, ¿eh? *haciendole gestos a Chris pa que diga algo*
Chris- *acercandose al telefono* ¡Hermana Felisa de todos los santitos en fila india! ¿Ya esta con la linea erotica otra vez?
S- No, don Francisco, patron de los que hacen chocolate, me han llamado ellos.
SBC- Perdon, ¿con Carlos?
C- Oiga, si usted quiere recrearse sexualmente, llame a otro sitio, que esto es un convento, por amor de Dios
SBC- Perdon, debo de haberme confundido... ¿usted es Carlos?
C- Si se calla, yo soy lo que haga falta. ¡Hermana Felisa! ¡Digale a la hermana Maria Jesusa que deje de perseguir al gorrino!
SBC- Bueno, debo de haberme confundido, adios, gracias.
S- Gracias a usted, que Dios le proteja y haga que no le caiga un piano encima una soleada mañana de navidad.
SBC- Gracias, gracias *cuelga*

15 mar 2010

Monólogo: Vida informatica

Buenas noches. Cuando he llegado, venia con la intención de hablar del tiempo… pero se me ha roto el despertador. He pensado también en hablar sobre lo perezosa que es la juventud de hoy en día… pero me he quedao durmiendo. Y luego ya directamente he preferido no pensar y escribir lo primero que se me pasase por la cabeza. Así que voy a hablar de la rutinaria vida de un informático.
Todo empieza, como ya es habitual en tu vida, levantándote por la mañana. Miras tu móvil, convenientemente silenciado para que te deje dormir, y lees “87 llamadas perdidas y cuatro amenazas de muerte”. Mira que bien, solo cuatro, se van civilizando.
Vas ojeando la lista de llamadas buscando a algún cliente que conozcas y que sepas que paga bien, y te preparas para salir. Te arreglas, coges tu maletín (que en realidad solo lleva recortes de periódicos viejos y un muñeco vudu de Clippo, el clip del Word) y partes a la aventura. Te subes en el informovil (que es como el Batmovil de Batman pero con pegatinas de ordenadores por todos laos y una figurita de San Atascao, patrón de los bloqueos informáticos, en el salpicadero) y pillas carretera hacia casa del cliente, que sufre. Cada cliente sufre por algo distinto, aunque sea por joder un rato al informático, y este en concreto sufre por que no le furula el ordenador. Que original. Te sientas frente a la maquina, y le das al botón, tras lo cual te giras hacia el cliente.
-Pues tenía usted razón: no va.
Tras este elaborado diagnostico, por si acaso, le das al botón un par de veces más, y vuelves a mirarlo.
-Efectivamente, no va.
El hombre, que no se fía, se te acerca
-A ver, déjeme a mí… -le da al botón- pues no, no va. Antes iba, ahora no va, y como ahora no va y antes iba, yo he ido a llamarle usted para que usted venga y haga que vaya igual que iba.
Así pues, toca comenzar la reparación. Primero, antes de nada, rezas a todos los santitos informáticos: San Atascao, patrón de los bloqueos, San ControlAltSuprimir, santo y mártir, y San Rese-T, patrón de los reinicios. Abres la torre, y eso pega un chispazo que por poco te quedas frito. Sacas del maletín una libretita y apuntas “Acordarme de desenchufar el ordenador primero antes de abrirlo.”
Desenchufas el ordenador de la corriente, y comienzas a explorar la torre por dentro, y eso te recuerda a un documental de la 2 que viste el otro día de la selva africana. Ahí dentro hay de todo: telarañas, musgo, bichos que tocaron lo que no debían, un pantano, y jurarías haber visto a Indiana Jones intentando no ser aplastado por una bola de pelusas.
-Oiga, su ordenador parece el Mato Grosso… o me da una aspiradora, o le prendemos fuego directamente… aunque creo que nos denunciarían por quemar una reserva protegida.
Así pues, el cliente desenfunda la aspiradora y te la tiende. Tú la agarras, apuntas a la selva amazónica que hay dentro del ordenador, saludas a un pitufo que has visto debajo de una seta, le das el botón…
¡FUUUUM!
Y la aspiradora se pone en modo soplar y libera una nube de porquerías varias que inunda la torre, la mesa, e inunda tus bolsillos. El cliente, intentando ver algo entre la nube de polvo que acaba de salir de la aspiradora, grita
-¡Que es el otro botón!
-¡No joda!
Pones la aspiradora en “Modo Kirby” y empiezas a absorber toda la mierda interna del ordenador. Y lo curioso es que te lo pasas bien y todo, acabas limpiándole la casa al cliente. Yo una vez estuve entretenido bastante tiempo limpiando… hasta le aspire las cenizas que había en una urna que tenia encima de la mesa. Todavía no se por que se enfado tanto, solo recuerdo que me persiguió con un bate mientras gritaba cosas como “Mujer”, “Incinerada” y “Me cago en tu madre”.
Volvamos al tema. Después de limpiar internamente el ordenador, te das cuenta de que ahí falla algo. No estas seguro, pero tienes así la ligera impresión de que ahí antes habían cables. Miras el tubo de la aspiradora, y ves un cable yéndose pa dentro en plan spaghetti.
-Jodienda la hemos…
Con rapidez, y antes de que el cliente se de cuenta, te bajas a la tienda de chuches…
-¡Rápido, déme spaghettis de estos de gominola!
Vuelves pa arriba, y haces un bonito empalme con las chuches. Toca cerrar el ordenador y comprobar si funciona. Cierras, enchufas a la corriente, le das al botón…
No se si vosotros, querido publico, habéis ido alguna vez a las fallas de Valencia. Pues ya no hace falta, por que en cuanto le haces click al botón, eso dice “Hasta aquí hemos llegao” y se convierte en una hoguera con lector de CD. ¿Y que haces en esos casos? Pedir ayuda. Agarras el teclado, empiezas a aporrear el F1… ¡y no pasa nada! ¿Pero no se suponía que ese era el botón de ayuda?
Como ves que la cosa empieza a ponerse fea, decides pirarte de ahí. Y ya estas prácticamente en la puerta, cuando notas como olor a plástico quemado. Te giras, y lo ves. Tu pobre maletín, que en tantas y tantas reparaciones te ha acompañado, esta siendo devorado por las llamas. Y, con lágrimas en los ojos, has de dejarlo ahí y huir antes de que todo se convierta en fuego.
Huyes de la casa en tu Informovil mientras en tu mente suena el “This is the end”… y tomas una decisión drástica. ¿Dejar la informática? No: Cobrar por adelantado. ¡Buenas noches!

14 mar 2010

~Trailer

Buenou... >w<>
Yo quiero estudiar Comunicación Audiovisual, y me empiezo a entrenar [?], es el primer trailer que hago y... Bueno >x<>



Espero que os guste! *w* Kizzues!

8 mar 2010

Y que sean muchos mas


Historia con la informatica o como mis ordenadores no sobreviven.


Permitanme que me ponga nostálgico un rato. Pillemos la maquina del tiempo de Doraemon y regresemos al pasado. A 1995 para ser exactos. ¿Que era? ¿Primavera, invierno, verano tal vez? Ni idea, mi memoria no da pa tanto, pero la cuestión es que fue por aquel entonces cuando me senté por primera vez delante de un ordenador. En concreto, delante de un 386 con MS-DOS y Windows 3.1. Para que se hagan una idea, era clavadito a este:

Por aquella fecha aun no disponía de Internet pero me entretenía sobremanera trasteando, haciendo dibujitos chorras en Paintbrush. Mas o menos lo mismo que hago actualmente en clase, solo que por aquel entonces no necesitaba disimular.
Tristemente, un día, dos o tres años después, al 386 le peto la patata. ¿Saben cuando ponen en la tele un canal sin sintonizar, y esta el ruido nieve? Pues el monitor del 386 se quedo igual , solo que cuando movías el cable, pasaba de nieve a rayajos. Todo esto acompañado de un bufido horrible que actualmente juraría que salia del speaker pero que por aquel entonces me daba miedito y todo.
*Yaru se echa un trago de una copa que acaba de aparecer delante suya*
Ah... no hay nada como un Martini para recordar viejos tiempos...
-Es Fanta de naranja, señor.
Calla, que estoy hablando yo. Después del 386, llego un ordenador un poco mas moderno, no mucho, con Windows 95 incorporado. En realidad pertenecía a mi hermana, que por aquellos tiempos vivía aquí todavía, pero lo usaba yo mas que ella. Y ahí fue cuando empece a descubrir Internet. Internet muy lenta, apenas usable, y ni siquiera usaba el Google si no un buscador que llevaba integrado el navegador que usábamos, pero fui dando mis primeros pasitos por la red de redes. También fue ahí donde empece a vermelas con los primeros virus... que no fueron los últimos, desgraciadamente.
Pasaron varios años, y en el... 2001, creo recordar, llego a casa otro ordenador. El summum de la tecnología de aquel entonces: Windows XP, pantalla plana, puertos USB, grabadora de DVD, webcam, escaner, impresora... el mismo día que llego el nuevo, murió el viejo. Intento arrancar, hizo “Pi pi pi piiiiii pi pi pi piiiiiiii”... y mientras buscaba el baño murió Por aquel entonces pensaba, y sigo pensándolo, que tenia celos del nuevo.
El nuevo ordenador duro la friolera de ocho años. Durante esos ocho años, hice de todo: navegue por Internet, programe, me descargue mas programas de los que un disco duro puede soportar, aprendí a crear mis primeros juegos, me uní a mi primer foro e hice mis primeros amigos online. Ah, y en sus últimos meses de vida, descargue un video cargado de virus que inutilizo totalmente la carpeta “Mis Documentos” durante tres semanas, tuve varios problemas con el historial, instale un salva pantallas algo escachuflado que resulto ser imborrable y que encima chupaba mas recursos del sistema que un hijo gorrón, y, un día, cuando tenia el Administrador del sistemas abierto, la luz se fue. La mitad de los que lean esto sabrán que esto es mortal de necesidad para el ordenador, y los que no, pues ya lo saben.
Mi informático (saludo, Manolo, que se que lee este blog de vez en cuando) intento arreglarlo, pero la placa base peto del todo, la tarjeta gráfica se suicido... así que lo dimos por perdido.
Llegaron dos ordenadores mas. Este, con el que estoy escribiendo ahora, y el portátil, con el que mi madre esta aprovechando toda la potencia de sus procesadores y su Windows Vista Ultimate para jugar al solitario. Y los dos petaron. Y los arreglemos. Y el portátil volvió a petar. Y el informático me nombro hijo adoptivo por que le estaba pagando la universidad a sus hijos gracias a mi. Y actualmente, pues todo va relativamente bien... relativamente.
Y esta es mi ¿bonita? Historia con la informática. Hala, a freír Pikachus.

2 mar 2010

Monólogo: Clases de gimnasia

Antes de empezar, quiero pedir disculpas por no haber publicado el monólogo ayer. Lo tenia ya terminado y todo, pero por causas ajenas a mi voluntad, y por que no quiero que me partan la cara, he tenido que escribir otro. Dicho esto, espero que lo disfruten. Hoy voy a hablar de un tema polémico, de lo que habla la gente de hoy en día a todas horas, el quid de la cuestión… voy a hablar de las clases de gimnasia. Las clases de gimnasia son uno de los inventos mas absurdos de los institutos, junto a las puertas cuyas verjas tienen forma de cuadrado, que eso es un escalón para los que quieran fugarse… a este paso acabaran poniendo unas escaleras mecánicas directamente. Lo lógico seria dejar la puerta abierta, pero en los institutos no hay lógica. Hay clases, señores con bigote, señoras con bigote, empanadillas… pero lógica no. Centrémonos que me pierdo, yo andaba hablando de las clases. Las clases de gimnasia son lo más parecido a una tortura que he podido vivir yo en mis años de estudiante. Hay dos variantes: clases de gimnasia con profe cabrón y clases de gimnasia con profe muy cabrón. Esto es así: cuando te metes a profe de gimnasia te vuelves un cabrón. Yo me imagino ahí, el primer día de curso, el profesor reunido con el director. -así que va a ser usted nuestro nuevo profesor de gimnasia… ¿y que modalidad prefiere, cabrón o muy cabrón? -Yo muy cabrón, que vengo ya con mala leche acumulada de casa. ¿No tienen alguna modalidad más alta? -Si, esta súper cabrón, pero esa esta reservada para el profesor de Matemáticas. En clase de gimnasia, principalmente, se hacen dos cosas: correr y sudar. Correr empiezas a correr desde el primer momento por que, por arte y gracia del arquitecto, el gimnasio esta en la otra punta de donde estas tu. Y claro, como no es cosa de darle mala impresión al profesor el primer día, pues empiezas los 100 metros lisos por el patio, esquivando gente, columnas, árboles y demás, hasta llegar al gimnasio. Localizas la puerta, sigues corriendo enfilado, centras la puerta, aumentas la velocidad, te preparas para dar los buenos días nada mas entrar… ¡PUMBA! Y lo que te das es un ostión contra la puerta, que esta cerrada por que el profesor la cierra al llegar y quien se quede fuera, pues se ha quedado fuera, mira tú por donde. Y ahí te quedas, con la nariz aplastada, que pareces Belén Esteban antes de la operación, y no te queda mas remedio que llamar a la puerta y esperar que te abran, como si fueses un niño pidiendo para los pobres. Y la respuesta es la misma: no te hace caso ni dios. Al ratito de estar llamando descubres que han salido del gimnasio y están dando vueltas alrededor de la pista de futbol. Al principio piensas “¿Qué se les ha perdido que llevan tanto tiempo buscándolo?” pero al rato caes que están haciendo ejercicio, y te incorporas al trencito como puedes. Pero el profesor cabrón te ve, y, en venganza, saca el silbatito ese de arbitro que tienen todos los profes de gimnasia y se pone a soplar a una velocidad que parece la chimenea de un tren de verdad, te dan ganas de gritar “¡Revisor, se me ha perdido el billete!”. Pero no, resulta que los pitidos son para que corráis más rápido… y más… y más… y más… cuando ya habéis superado la barrera del sonido y estáis haciendo que la Tierra gire para el lado que no es de tantas vueltas, el cabrón deja de pitar, por lo que el primero de la fila se detiene. Y entonces se oye algo como esto: “Pi, pi, pi, pi, pi, pi, pi, pi… ¡Pum, ay, pum, ay, pum, ay, pum, ay!” Y es que lógicamente, cuando el primero de la fila para, los de detrás van chocando. Es lo que se conoce como efecto “Primero que se para, ostión que te metes” Mientras esperáis a que la Tierra se recupere de tantas vueltas, el cabrón os manda hacer flexiones. Estupendo, no teníamos bastante con marear La Tierra que ahora también queremos aplastarla. Y luego nos quejaremos cuando se acabe el mundo, normal, si tiene que estar hasta los huevos de nosotros. Así que os ponéis en el suelo cual soldados heridos, y empezáis a flexionar. O a intentarlo, por que tu te quedas ahí en el suelo y que no hay quien te levante. Intentas despegar, haces un ruidito que suena a “Claclacla” y vuelves a caerte al suelo. Mientras, el resto de la clase las hace a una velocidad que flipas, y el profe cabrón te esta mirando con cara de “¿A que saco el silbato?” Cuando has conseguido hacer flexiones (o flexión, en singular), toca saltar a la comba. Flipa. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Jugar al corro de la patata? Eso por lo menos se me da bien… Pero nada, el cabrón esta empeñado en que hay que saltar a la comba, y hay que saltar. Así que saca del almacén cuerdas de las que usaban antes para fustigar a los que se portaban mal (de hecho, en alguna cuerda hay restos de sangre todavía) y la echas para atrás. La cuerda se te engancha en el cuello. Te la quitas. Te desolla la oreja. Al volver a echarla para atrás, te pegas un latigazo tu solo en las posaderas. La echas para adelante y te dispones a saltar. La cuerda hace el “efecto Boomerang”, va para adelante, pero en vez de ir para el suelo, vuelve hacia a ti y te da en la cara. Te cagas en la madre que parió al inventor de la cuerda. La tiras. La cuerda le da al cabrón en un ojo. Ya no te mira con cara de “¿A que saco el silbato?” si no con cara de “¿Crees que podré ponerme el silbato en el hueco que me has dejado en el ojo y silbar al pestañear?” Como esta visto que tú solo no te aclaras con la cuerda, el cabrón hace que dos muevan la cuerda pegándole latigazos al suelo para que tú saltes. Parece fácil, ¿verdad? Esperas a que los chavales cojan una velocidad considerable, te metes en ese torbellino mortal que han montado, saltas… la cuerda se va para arriba y te pega un latigazo en salva sea la parte que te deja impotente para lo que te queda de vida. Eso si, el salto lo pegas: pegas tal bote que alcanzas a ver Australia a lo lejos, y un canguro te saluda y grita “¡Mira, mami, papi esta en España!” Ajeno a tu dolor, el cabrón os manda ahora intentar bailar un hulahop. Para quien no sepa lo que es, diré que es un aro de plástico afilado que si haces un mal movimiento te parte en dos. Tu cojes el arito, te lo pasas por el cuerpo hasta la cintura, empiezas a mover las caderas como si bailases el Asereje… ¡y te sale bien! Confiado, empiezas a coger mas velocidad… te descontrolas, y ya se ha liado. ¿Os acordáis del Demonio de Tasmania cuando se volvía un remolino que arrasaba con todo? Pues tu igual: ya no llevas el aro, el aro te lleva a ti dando vueltas por toda la pista, que vas rajando el suelo y todo mientras giras. Afortunadamente, al llegar a la canasta de baloncesto, la partes con el aro, se te cae encima, parte el aro y dejas de girar. Y de andar, por que el palo de la canasta te ha chafado un pie. ¡Pa que luego digan que el deporte es sano! Al final, el cabrón decide que ya has sufrido bastante por hoy y que es hora de irse a casa. Eso si: antes de irte saca el silbato y pega tal pitido que estas oyéndolo el resto de tu vida. ¡Buenas noches!
PD: Este monólogo va dedicado a un gran profesor de gimnasia que yo tuve cuando era joven y que era de los mejores profesores que he tenido. Se que es totalmente improbable que lea esto, pero por si acaso, un saludo, Don Pepe.