12 dic 2009

Monólogo: Los sombreros de copa

Hoy, por petición expresa de mi amiga y compañera de grupo Ana, voy a hablar de un tema muy controvertido pero que seguro resulta de interés para todos: hablemos de los sombreros de copa.
Cuando uno escucha “de copa”, lo primero que le viene a la cabeza es un sombrero con forma de copa, el sombrero ideal para los botellones:
-Oye, que se me ha olvidado traerme los vasos…
-¡No pasa nada, bebemos en mi sombrero de copa!
Sin embargo, lejos de este pensamiento, el sombrero de copa es uno de los sombreros más elegantes que hay. Los llevan gente importante, duques, caballeros con esmoquin, magos, pingüinos… ¿Qué pasa? Yo he visto un pingüino con sombrero de copa. Salía en la tele. Y le sentaba mu bien el sombrero al condenao. Pero retomemos que me pierdo, me pongo a hablar de pingüinos, y se me va la cabeza.
El uso mas arraigado que han tenido estos sombreros es el de servir a los magos para guardar cosas dentro. Ya sea un ramo de flores, que un conejo. Que anda que no tiene que ser incomodo ni nada llevar un conejo encima de la cabeza… como el animalito vaya con hambre, te deja sin pelo. Pero bueno, te metes un par de zanahorias en el sombrero, y así ya puede comer. Parece que los sombreros de copa son como el bolsillo mágico de Doraemon: hay de todo. De hecho… ¿Están seguros de que el bolsillo de Doraemon no era en realidad un sombrero de copa pegado a la barriga? Claro, como en la cabeza no se lo podía poner por que no le cabe… más que un sombrero de copa, Doraemon necesitaría un sombrero de piscina olímpica. O ponerse una piscina olímpica de sombrero, eso ya al gusto de cada uno.
Otro nombre que se le da al sombrero de copa es “chistera”. Flipa. ¿Qué pasa, te pones el sombrero y automáticamente empiezas a contar chistes? ¿O los cuenta el sombrero? Oye, igual se le abre una boca en plan sombrero de Harry Potter y empieza a contar chistes de Lepe. Seguro que le hacían más caso que al de Harry Potter, que ese solo cantaba. Y encima, mal. ¿No se ha planteado nunca el director de Hogwarts el llevar el sombrero a “Tu si que vales”? Leñe, es un sombrero que canta, mal, pero canta. Si en ese programa han conseguido aparecer perros que cuentan, perros que bailan, e imbeciles varios, va un sombrero cantautor y arrasa. Ya me veo el disco “Sombrerito Mix 2009, ¡incluye un DVD extra con los profesores del colegio bailando las canciones del verano! ¡No puedes perder esta oportunidad de ver a Snape bailando el “Asereje”! ¡Cómpralo ya, o bájatelo de Internet sin que la SGAE te vea!”
Retomando el tema de los sombreros de copa, pero sin dejar a un lado la magia, por que los sombreros de copa tienen algo mágico: si te los pones, automáticamente te ves elegante. Aunque vayas vestido con las cortinas del salón, tú te pones un sombrero de copa y estas listo para ir a una recepción oficial. Vas vestido únicamente con un taparrabos, eres Tarzán. Te pones un sombrero de copa… y eres el embajador de Monolandia.
Acaba de venirme a la mente, así, en plan “¡Chas!”, como en aquella canción de “Hago chas y aparezco a tu lado, tralara, tralara…”ejem, perdón, me ha poseído el fantasma del micrófono de Operación Triunfo. Se suicido después de la primera edición.
Bueno, decía, que acababa de venirme a la mente el hecho de que hay unos sombreros de copa que son en plan Transformer: puedes encogerlos para que queden planitos y así guardarlos en cualquier lado. Tu vas por ahí, con tu sombrero de copa, y dices “¡Corcho!” (Por que llevar sombrero de copa te hace elegante incluso a la hora de hablar) “Que calor hace”, así que te quitas tu sombrero de copa, lo aplastas como si fuese un acordeón hasta que se quede en dos dimensiones, y ya lo puedes guardar donde quieras, o usarlo de frisbee. Que esto molaría, por que se inventaría una nueva modalidad de juego: se van lanzando el sombrero plano unos a otros, y a quien se le abra, pierde. Seria la versión elegante del típico globo de agua con temporizador. Solo que aquí corres el riesgo de que a quien se le abra salga corriendo y se quede con el sombrero. Con los globos el único riesgo es mojarte. Que bueno, si juegas en diciembre, a -12º, y desnudos, pues corres tres riesgos: mojarte, congelarte cuando te toque el agua… o pillar una pulmonía cuádruple. Y claro, si estas jugando con un sombrero de copa, pues puedes ponértelo y que te abrigue la cabeza, pero si estas jugando con globos, ¿Qué haces? ¿Te los enrollas alrededor de las orejas?
Un complemento interesante para recalcar aun más la elegancia del sombrero de copa es el ya mencionado esmoquin, también conocido como “traje de pingüino”. Te da como mas elegancia, mas categoría… y si quieres redondear, también puedes ponerte un monóculo. Antes de que las mentes malpensadas mal piensen, un monóculo no es un mono sin pantalones. Es como unas gafas a las que separaron al nacer, como a las siamesas, y que por culpa de esa separación, ha perdido el marco, y su pequeño cristal ha adoptado forma circular, que no sabe si va para cristal o para tazo. Y ahí queda ese pobre monóculo, ese pequeño redondel de cristal, que debido a la separación prematura no ha podido desarrollar patillas para agarrarse a la oreja y lo tienen que sujetar con un palito, que parece que te has clavado en el ojo la antena de la radio… Sin embargo, el monóculo es feliz, por que sabe que da elegancia. Tu ves a alguien con gafas y le puedes llamar gafotas, cegato, cuatro ojos, espejuelos, cristalitos, ciego de mierda… yo de estos temas se mucho por que llevo gafas y los niños son muy crueles. Y los adultos ni te cuento.
Sin embargo, tu ves a alguien con un monóculo, ¿y como le insultas?
-Cuatro…eh, no, dos… no, medio…
Acabas regalándole unas gafas para poder insultarle a gusto.
Bien, recapitulemos: tenemos un sombrero de copa, un esmoquin, y un monóculo. Con esto ya podríamos infiltrarnos en la alta alcurnia… o casarnos. Pero queda un pequeño detalle: un báculo. ¿Por qué hay tantas palabras con “culo” en el monologo de hoy? ¿Lo patrocina una playa nudista? Que me den la dirección, que me paso a echar un vistazo. En sentido literal.
Un báculo es como un bastón pero pequeñito. Algunos son maltratados por esos malvados seres llamados mayordomos, que los golpean incesantemente contra el suelo cada vez que alguien entra en casa, mientras que otros, los mas afortunados, conviven con los señores importantes y son bien tratados, son exhibidos con orgullo, y sus hermanos bastones y sus primos paraguas los miran con envidia.
En fin, ya para ir concluyendo, recuerden: si desean ir elegantes, pónganse un sombrero de copa. Pero vigilen que no haya conejos dentro. ¡Buenas noches!

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