22 jun 2010

Monólogo: Ser bajito

Hoy, voy a hablar de algo que yo he sufrido en mis propias carnes durante mucho tiempo: ser bajito.
Es muy humillante salir a la calle con tu madre, y que una señora mayor os pare, y, tirandoos de los mofletes, diga
-¡Ay, que guapo esta ya! ¿Cuantos añitos tiene? Ocho o nueve por lo menos, ¿no?
-Dieciseis, señora, tengo dieciseis.
-¡Ay, que mono! ¡Esta jugando a que es mayor! No tengas prisa, chiquitin, disfruta de tus ocho añitos, que ya te llegara el momento de crecer.
Yo, cansado de sufrir este tipo de humillaciones año tras año, estuve probando todo tipo de metodos para crecer. Sin embargo, como me veia con la autoestima baja, decidi hacer algo que todos hemos hecho alguna vez: hacer una rayita en la pared de vez en cuando para ver como vas creciendo. Y he aquí un problema, por que a lo mejor un año te pones de puntillas para parecer mas alto, nadie se da cuenta, y todo perfecto. Pero el año siguiente se te olvida, haces la rayita, miras la diferencia...
-¡Mama! ¡La pared ha pegado el estirón antes que yo!
Como decia, a raiz de esto, decidi probar todo tipo de maniobras para crecer: como decian que al dormir crecemos un centimetro, me meti en la cama con un bote de somniferos y mi osito Teddy, y hala, a planchar la oreja dos o tres meses. Y claro, ahi tienes a mi madre contandoselo al director del colegio
-No es que sea vago, es que esta en etapa de crecimiento, y claro, tiene que hibernar.
Como esto no funciono, decidi probar algo que habia visto en los dibujos: te atas a un arbol y a un animal, el animal tira de ti, y te alarga. Esto esta muy bien si tienes un roble robusto y un caballo como mascota. Pero cuando lo que estas sujetando es una tomatera y el animal mas fuerte que tienes es un pez de colores, como que pierde un poco de eficacia el asunto.
Tras partir dos tomateras y que mi pez se pidiese la baja por depresión, decidi reinventar el metodo: en vez de a un arbol y a un animal, me ate a dos coches que iban en sentido contrario, para que del tirón, me hiciesen crecer. Yo me ate a los coches, me tumbe en el suelo, lleno de valentia y cascaras de pipas, los coches arrancaron... y los parachoques de ambos salieron despedidos. Al final va a ser verdad eso de que estoy gordo...
Como la esperanza es lo ultimo que se pierde, decidi hacer trampas: pille dos botes de Colacao, dos cuerdas, e improvise unos zancos caseros. Este metodo tuve que descartarlo pronto por que se me olvido vaciar los botes y cada vez que me caia, las tapas se abrian y dejaba el suelo que parecia eso
la ceniza de un volcan.
Otro metodo que probe fue el de ir de puntillas por la vida. Al fin y al cabo, si con la pared me funciono, ¿por que no me iba a funcionar con el resto?
A priori parecia una buena idea. Hasta que empece a andar. Los veinte primeros minutos fui bien.
Despues tuvieron que llevarme al hospital a hacerme un transplante de tobillo. Si, existen.
O eso dicen, aunque la verdad es que el medico que me opero era raro... despues de la operación intento convencerme para que le comprase un diccionario etimologico.
Viendo que nada daba resultado, empece a pensar que a lo mejor tampoco es tan malo
ser bajito. El Ratoncito Perez es enano y todo el mundo le quiere. Menos los coleccionistas de dientes, que lo odian a muerte.
Ademas, puedes esconderte en sitios que el resto del mundo no. ¿O hay alguien aquí que sea capaz de esconderse detras de un Mp3? Aun mas: ¿Hay alguien aquí capaz de esconderse DENTRO de un Mp3?.
Y colarse en los sitios es mucho mas facil: vas arrastrandote asi un poquito por el suelo, con disimulo, mirando pa abajo... y estas dentro. Eso si, tienes que tener cuidado de no ir de negro, por que si no corres el riesgo de que alguien grite “¡Ostia, una cucaracha! Y te lleves un escobazo. En estos casos siempre hay alguien que dice “¿Como va a ser una cucaracha? ¿No ves que lleva gafas?”
-¡Ostia, una cucaracha miope! (Escobazo)
Ademas, el tema del transporte esta solucionado: no tienes por que ir en coche o en autobus, puedes ir en perro. Yo fui el otro dia a darme una vuelta por la ciudad, y conoci a dos pulgas majisimas.
Y cuando ya habia asumido que ser bajito es maravilloso... voy y crezco.
Pero esto no va a quedar asi, no señor. ¿Donde he dejado la sierra? ¡Buenas noches!

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