5 jul 2010

Monólogo: Contestadores Automaticos

Hoy voy a hablar de un objeto tan cotidiano como absurdo, objeto cuya
existencia suele pasar desapercibida pero cuya mala leche hemos sufrido todos.
Hablo, como no podía ser de otra forma, de los contestadores automáticos, que ahora también gozan del exótico nombre de “buzón de voz”. Lo cual es muy absurdo, por que yo nunca he visto al cartero asomarse por el móvil diciendo “Buenos días, tiene dos facturas y a Karmele cantándole “Soy un tsunami”.
Los contestadores nacieron aquel fatídico día en el que alguien se dio cuenta de que si te llaman, y no estas, igual no lo cojes. No me pregunten por que, pero suele pasar. Y claro, el pobre llamante (curiosa palabra, hasta hoy pensaba que los llamantes eran los amantes de las llamas.) se queda con la palabra en la boca. Y esta feo eso de tener palabras en la boca, por que luego estornudas y se te caen todas. Conozco el caso de un señor que le dio un ataque de tos y luego tuvieron que volver a enseñarle a hablar por que se le habían caído las palabras.
El mecanismo de un contestador es muy sencillo: cuando alguien te llama, y no estas, salta, como los conejos, con tu elegante voz indicando que has tenido que salir a cenar con la Familia Real, que deje su mensaje y ya le atenderá el mayordomo. Pero la mayoría de personas no tienen imaginación a la hora de poner un mensaje chupi para el contestador, así que a veces llamas a alguien y suena algo como esto:
“Oye, que no estoy y tal, y… eso, que no estoy. No se donde estaré, pero no estoy. así que deja el mensaje y… eso, que lo dejes”.
Y entonces suena esa fatídica señal, ese pitido ensordecedor que indica al llamante que tiene quince segundos para decir para que llamaba. Pero claro, en lo que te recuperas del pitido, ya han pasado siete, así que la mayoría de los mensajes suelen ser así:
“Eh… ah… uh… ¡Hakuna Matata!”
Y si ser llamante cuando el otro tiene contestador es horrible, consultar tu propio contestador es aun peor. Tú marcas un numerito y escuchas…
“Bienvenido al servicio de contestador. Tiene un mensaje nuevo”
Y tu “Ah, que bien, vamos a oírlo”
Pero en vez de callarse y dejarte oír tu mensaje, la maquina continua
“Si desea oírlo, pulse o diga 1. Si desea borrarlo, pulse o diga 2. Si desea finalizar, pulse o diga 3”
Y aquí ya dudas. Por que claro, tú quieres oírlo, ¡pero después de oírlo igual quieres borrarlo! Y si no finalizas, igual te quedas encerrado para siempre dentro del contestador, como en aquella película… ¿Cómo se llamaba? Ah, si, “Encerrado para siempre dentro del contestador”.
Y mientras sigues indeciso sobre que botón tocar, el contestador decide que es hora de meterte presión, así que vuelve a repetir las opciones hasta que tu, presa del pánico, acabas dándole a todos los botones con la palma de la mano. Y, temeroso de llevarse otro bofetón, el contestador comienza con tu mensaje, con una voz robótica bastante chunga:
“Mensaje numero (cambia la voz) uno”
Hagamos aquí un inciso. ¿Por qué casi todos los contestadores cambian de voz para decir el número de mensaje? ¿No saben contar y tienen que preguntarle al vecino?
“Recibido hoy a las 12:49”
Mira que bien. Ya sabes que tienes un mensaje y que fue en el preciso momento en el que fuiste a comprar el pan. Y cuando ya te has acostumbrado a esa voz robótica y crees que nada puede sorprendente, oyes la voz de tu vecino del quinto chillando.
“¡PEPITOOOO! ¡ANDE STAS, QUE NO SE SABE NA DE TI! ¿TAS MUERTO? OYE, UNA COSA QUE TE QUERIA DECIR, QUE RESULTA QUE *clic* fin del mensaje”
Y tu te quedas con cara de “…sa quedao sordo el contestador”.
Por que es físicamente imposible conseguir decir lo que quieres antes de que se agote el tiempo del que dispones. Imposible del todo. Ya puedes haberte chutao a café para hablar mas rápido, colocado unos amplificadores en el altavoz del teléfono para oír la señal con claridad, que siempre se cortara a mitad de frase.
Para ir finalizando ya, les dejo con algunas ideas para mensajes de contestador, para que sus llamantes, aunque se queden a medias, por lo menos se vayan satisfechos.
“Le informamos de que esta llamándose usted a si mismo. Cuando supere la crisis de identidad, vuelva a llamar e igual esta vez somos nosotros”
“Telefónica le informa de que este contestador se autodestruirá en lo que usted tarde en cagarse en todo por que le ha saltado el contestador”
“Le advertimos de que se va a quedar a medias por que esto da muy poco tiempo. Mantenga la boca abierta para que no se queden palabras en ella”
Y recordad: Tiene un mensaje nuevo. Pulse 1 para oírlo, 2 para borrarlo, 3 para finalizar, y 666 para mandar a la mierda al llamante. ¡Buenas tardes!

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