1 feb 2010

Monólogo: Eurovision

Hablemos del festival mediático que hace que todo el mundo, de repente, pierda la vergüenza, se crea un cantante en potencia, y vaya dispuesto a cautivar al mundo entero con su encanto. Hablemos de Eurovisión.
Si tú te crees una estrella de la canción (aunque no seas ni una luciérnaga) y crees que podrías montar el mayor espectáculo de la historia en Eurovisión, lo primero que tienes que hacer es componer una canción. Esto es fundamental: sin canción, no cantas, es vital para la vida (Créditos a Valen que es la autora de esta mística frase) que haya canción. ¿Y como creamos una canción? Mu fácil: te metes en la ducha, y empiezas a berrear todo lo que se te pase por la cabeza. Con suerte, al cabo de un rato tendrás un “remix” de canciones que, disimulando un poquito, podrá llevarte a la fama. Pero ojo: hay que disimular. No puedes presentarte en Eurovisión cantando esto:
“Mi carro, me lo robaron, anoche, cuando (1) tenia una muñeca vestida de azul, con su camisita (2) y sueño contigo, ¿Qué me has dado?, sin tu cariño (3) no me habría al corro de la patata, comeremos ensalada, como comen los señores, naranjitas (4) y soy una taza, una tetera, un cuchillito (5), un… hay que ser torero, poner el alma en el ruedo, no importa lo que (6)… cuando los sapos bailen flamenco. (7)”
Igual como canción del verano triunfaría, pero en Eurovisión no creo. Amen de las denuncias por plagio y de la SGAE por el canon. Por ello, para evitar todo esto, hay que hacer una canción propia. Elementos que necesita una canción para triunfar: tiene que ser larga, absurda, y estar plagada de palabras en otros idiomas. ¿Qué no te sabes otros idiomas? Te los inventas, mira lo bien que les fue a las del ‘Asereje’. Y si no, siempre puedes hacer como Massiel: te inventas solo la melodía, y a la letra que le den:
“La, la la la, la la la, la la la…”
Una vez tengas tu canción hecha, es el momento de presentarte al casting. Para ello, lo primero que hay que hacer es grabar un videoclip de tu canción. ¿Qué no tienes cámara? Joder, róbasela al vecino, que te lo tengo que dar todo hecho. Una vez tengas cámara, es hora de planear tu videoclip. Un videoclip necesita de dos cosas: una canción y alguien que sepa bailar (bueno, algunos ni eso). Para ello, pilla a tus amigos, vecinos, familiares, gente diversa sin nada mejor que hacer, y ponles a bailar en la calle mientras tú haces play back de la canción. Cuanto mas se note el play back, mas triunfara tu canción, así que ya sabes, mueve los labios sin sentido, suelta el micro, desmáyate y que la canción siga sonando… ¡todo vale!
Una vez tengas el videoclip hecho, es el momento de colgarlo en la página de Eurovisión, y esperar a recibir millones de votos. Cuando pasen cinco días y veas que solo tienes un voto (el de tu abuela, que te voto por que le dabas penica) es cuando llega el momento de hacer trampas: secuestra, soborna, chantajea, asesina, regala tamagotchis, haz todo lo que sea necesario… pero haz que la gente te vote.
Al cabo de un tiempo el casting acabara, y, si has sobornado a suficiente gente, estarás entre los diez primeros. ¡Bien! Eso significa que vas directo a la semifinal, que es básicamente hacer lo mismo que hiciste cuando grabaste el videoclip (vamos, hacer el gilipollas con gente bailando detrás tuya) pero con mucha gente mirándote. Aquí es cuando has de estar mas tranquilo: no pienses que tienes a media España observándote, que al más mínimo fallo acabaras en Youtube y serás la vergüenza de la familia. ¡Oye, deja de intentar cortarte las venas! ¡Te he dicho que no lo pienses!
Si superas las semifinales (difícil si me has estado haciendo caso) tendrás el orgu… el luj… el marrón de tener que ir a Oslo a representar a España en Eurovisión. Ahora si que si: no puedes cagarla. Ya no es que aparezcas en Youtube, es que te vera el 100% del planeta… ¿otra vez con el cuchillo? ¡Que no!
Bien, con algo de suerte, conseguirás hacer una actuación mínimamente decente. Ahora es cuando te toca ver como los cabrones del resto de países no te dan ni un punto. ¡Pero eso es lo bonito de Eurovisión! Ahora, amigo mío, yo te doy un consejo: cambia de nombre, hazte la cirugía estética, y niega haber estado nunca en Eurovisión. Es la única forma de evitar que te partan la cara cuando te vean por la calle. Buenas noches.
[Nota del Autor: Debido al derecho de la propiedad intelectual, me veo obligado a indicar al final de este monólogo el nombre de todas las canciones que haya usado para uno de los párrafos de dicho escrito. Van numeradas por superíndice, así que son fáciles de ir enlazando:
1- ‘Mi carro’, Manolo Escobar
2- ‘Muñeca vestida de azul’, canción popular infantil.
3- ‘Corazón indomable’, Camela
4- ‘El corro de la patata’, canción popular infantil
5- ‘Soy una taza’, canción popular infantil
6- ‘Torero’, Chayanne
7- ‘Cuando los sapos bailen flamenco’, Ella Baila Sola]

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