Monólogo: Porcentajes

Buenas noches. Hoy voy a hablar de un tema que me inquieta y desconcierta a iguales partes: los porcentajes. ¿O soy el único que se pone de los nervios con los anuncios de “Recomendado por 4 de cada 5”? ¿Y que pasa con el quinto? ¿Tenia un mal día? ¿Estaba con la regla?
Tendrían que poner, en letra chiquitita, las razones por las que el quinto no estaba deacuerdo con los otros cuatro. Algo en plan “Recomendado por 4 de cada 5. El otro estaba con la gripe y no pudimos preguntarle” o “Recomendado por 4 de cada 5. El otro nos mando a la mierda cuando nos acercamos a preguntar”.
Pero si hay un porcentaje que me inquieta aun más que el de los recomendados, es el de los productos de limpieza. Tu vas al súper, sección productos de limpieza, (que por alguna misteriosa razón de destino esta pegada a charcutería, provocando que a veces te compres un jamón y huela a Pato WC) y miras ese precioso mar de botellas de todos los colores, olores y sabores. Coges uno que te ha gustado, miras la etiqueta, y lees:
“Acaba con el 99.99% de las bacterias conocidas”
¡Pero bueno! ¿Cómo que el 99.99% por ciento? ¿Y que pasa con el 0.01 restante? ¿No lo conocen? Podrían hacer una rueda de prensa y que se conociesen todos:
-Aquí las bacterias, aquí los señores que van a acabar con el 99.99% de ustedes. Esto es como Gran Hermano, solo puede quedar uno.
Hablando de Gran Hermano, quizás eso es lo que pasa cuando usamos uno de esos productos que acaban con el 99.99% de las bacterias: van siendo nominadas y solo puede quedar una. Solo hay una pequeña diferencia: aquí, la ganadora, en vez de salir sin parar por la tele, lo llena todo de mierda… ah, pues no, no hay diferencia ninguna. Que complejo es el mundo de las bacterias, ¿verdad?
Y pasemos a otro tipo de porcentaje: el de las encuestas. Para quien no lo sepa (igual tenemos a algún estudiante de la LOGSE entre el publico) las encuestas son eso en el que una persona con micro en mano va a preguntarle a la gente chorradas para que les respondan chorradas aun mas gordas. Es lo conocido como Fenómeno “Chorrada sobre chorrada y sobre chorrada una”.
Y como iba diciendo, esos porcentajes a mi me inquietan. Tu estas viendo la tele, algún programa de estos de debate que todo el mundo dice ver pero que en realidad solo los usan para coger el sueño antes, y abajo aparece un rotulito que pone
“Si cree que tiene razón el de la izquierda, envíe “Ese de ahí” al 666666666. Si cree que tiene razón el de la derecha, pues lo mismo pero con “Ese de allá””
Y debajo de las opciones, te va apareciendo un porcentaje en tiempo real con la cantidad de mensajes mandados y diciendo si se decatan por el de ahí o por el de allá. Y yo aquí es cuando me pregunto: ¿Por qué la gente esta tan interesada en ver que opina el público sobre quien tiene razón, si normalmente ninguno de los dos la tienen? Yo pondría encuestas algo más interesantes, en plan “¿Usted que prefiere, pegarse cabezazos contra la pared mientras silba ‘Paquito el chocolatero’ o silbar ‘Paquito el chocolatero’ mientras se pega cabezazos contra la pared?”. Seria interesante ver que opción es la más votada. Si hubiese lógica en el mundo, se quedaría en empate, pero aquí hay de todo menos lógica.
Y el último tipo de porcentaje que me inquieta es el de descarga, cuando nos estamos bajando algo de Internet. Tu te pones a bajar un archivo, y aparece “0%, 12 minutos restantes”. Vale, decides ir a tomarte algo en lo que se baja y así haces tiempo. Un cuarto de hora después vuelves, y ves que ahora esta en
“5%, 1 hora, 37 minutos, 2 segundos y 5 patadas al ordenador restantes”
¿Por qué pasa eso? Quiero decir, ¿Qué macabra mente lleva al ordenador a engañarnos a la hora de bajarnos cosas? ¿Y por que, ilusos nosotros, seguimos fiándonos de un chisme que por las mañanas en vez de darnos los buenos días nos suelta un error?
Bueno, como el archivo te hace realmente falta (solo hay que ver el nombre para saber que es verdaderamente importante: ‘Ave_Maria_David_Bisbal_y_Pitufo_Gruñon.mp3’) decides esperar un poquito mas a ver si se descarga. Te tumbas a dormir la siesta, y varias horas después te despiertas y esta al 99%. Te quedas quieto mirando la pantalla, mientras recorre esos últimos segundos… y de repente se va la luz. Y en esos momentos, cuando observas la pantalla vacía, es cuando de verdad te dan ganas de haberte bebido el Pato WC en vez de comerte el jamón.
Y ya para finalizar, recuerden: este monólogo ha sido recomendado por el dentista que le lleva la contraria a los otros cuatro, el 0.01 % de las bacterias, y el -15% de la población. ¡Buenas noches!